Elaboración de Contratos Comerciales

¿Cuáles son los principales contratos comerciales?

En el marco de actividades comerciales las empresas suscriben contratos que las vinculan entre sí cuya regulación no siempre es expresa, pero cuya legitimidad radica en la libre autonomía privada contractual. En dicho sentido, tenemos contratos típicos y contratos atípicos. Podría señalarse que para el caso comercial, la propia actividad crea figuras no contempladas en los códigos,cuyo efecto práctico las hace costumbre y fuente de aplicabilidad con protección legal, por lo tanto cualquier acuerdo que cumpla una finalidad comercial y que no vulnere los requisitos esenciales de los actos jurídicos será considerado un contrato con efectos vinculantes en la esfera comercial.

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El contrato de Franquicia

Este tipo de contrato permite a un tercero explotar una marca comercial de reconocimiento amplio a través de una contraprestación económica y el pago de un cánon mensual, trimestral o semestral, según decisión de las partes. Como se trata de la explotación de una marca reconocida, los procesos a emplear deben ser los mismos que emplea la marca, por lo que este contrato suele acompañarse de procedimientos denominados Know-How, los mismos que incluyen contratos de confidencialidad.

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El contrato de asociación en participación

Es aquel contrato que permite a dos empresas(o a personas naturales y empresas) asociarse entre sí, sin que ninguna de ellas forme parte de la otra, la empresa asociante da la cara frente a los terceros con quien contrata, y la empresa asociada recibe una contraprestación cuando la finalidad del contrato se logra, en este tipo de contratos no necesariamente el tercero contratante conoce o trata la identidad de la persona natural o jurídica que es asociada. Si quieres asesoría para constituir empresas, da click aquí

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El contrato de multipropiedad

También conocido como tiempo compartido o propiedad compartida, es un acuerdo legal en el que varias personas comparten la propiedad y el uso de un bien inmueble, generalmente una unidad de alojamiento vacacional, durante períodos específicos a lo largo del año. Este tipo de contrato es comúnmente utilizado en la industria de la hospitalidad, como en complejos turísticos y hoteles vacacionales. Algunas características clave del contrato de multipropiedad son: Propiedad Compartida: En lugar de poseer la propiedad en su totalidad, los compradores adquieren el derecho de uso de la propiedad durante un período específico cada año. Este período puede ser una semana o más, y generalmente se establece en el contrato. División del Tiempo: Los propietarios comparten el tiempo de ocupación de la propiedad, lo que significa que cada uno tiene asignado un período específico para usarla. Esto permite a varias personas disfrutar de la propiedad sin la necesidad de poseerla en su totalidad. Cuotas de Mantenimiento: Los propietarios suelen estar obligados a pagar cuotas de mantenimiento anuales o periódicas para cubrir los gastos de gestión, mantenimiento y servicios proporcionados por el complejo turístico o la entidad que administra la multipropiedad. Flexibilidad de Uso: Algunos contratos de multipropiedad permiten a los propietarios intercambiar su tiempo de uso con otros propietarios en diferentes ubicaciones, lo que brinda cierta flexibilidad en las opciones de vacaciones. Derecho de Rescisión: En algunos países, los compradores pueden tener el derecho de rescindir el contrato dentro de un período de tiempo específico después de la firma, conocido como el período de reflexión.

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El contrato de fideicomiso

Es un acuerdo legal mediante el cual una persona (llamada "fideicomitente" o "fideicomitente") transfiere la propiedad de bienes o activos a otra persona o entidad (llamada "fiduciario") con el propósito de que este último administre y gestione los bienes en beneficio de una tercera persona o grupo de personas (llamados "beneficiarios"). Este tipo de contrato se utiliza con frecuencia en la planificación patrimonial, la gestión de activos y otros fines legales y financieros. A continuación, se explican algunos de los conceptos clave relacionados con el contrato de fideicomiso: Fideicomitente: Es la persona que transfiere la propiedad de los bienes al fideicomiso. Puede ser una persona física o jurídica. Fiduciario: Es la persona o entidad designada para administrar y gestionar los bienes del fideicomiso de acuerdo con los términos establecidos en el contrato. El fiduciario tiene la responsabilidad de actuar en el mejor interés de los beneficiarios. Beneficiario: Es la persona o personas que tienen derecho a recibir los beneficios económicos o el disfrute de los bienes del fideicomiso. Pueden ser individuos, organizaciones benéficas u otras entidades. Bienes del Fideicomiso: Estos son los activos o propiedades que el fideicomitente transfiere al fideicomiso. Pueden incluir bienes raíces, inversiones financieras, cuentas bancarias, y otros tipos de propiedades. Términos y Condiciones del Fideicomiso: El contrato de fideicomiso establece los términos y condiciones específicos que rigen la administración de los bienes, los derechos y obligaciones del fiduciario y los derechos de los beneficiarios. Los fideicomisos pueden tener diferentes finalidades, como la planificación sucesoria para evitar impuestos, la protección de activos, la gestión de inversiones, o la provisión de ingresos a beneficiarios específicos. Además, pueden ser revocables o irrevocables, lo que significa que el fideicomitente puede o no tener la capacidad de modificar o revocar el fideicomiso una vez que se ha establecido.

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El contrato de renting

Es un acuerdo mediante el cual una persona o empresa (el arrendatario o usuario) obtiene el derecho de uso de un bien, como un vehículo, equipo o maquinaria, propiedad de otra persona o entidad (la arrendadora o propietaria) a cambio de realizar pagos regulares durante un período de tiempo específico. A diferencia de un contrato de arrendamiento tradicional, el renting se asocia comúnmente con bienes de mayor valor, como automóviles o equipo industrial. A continuación, se presentan algunas características clave del contrato de renting: Uso del Bien: El arrendatario tiene el derecho de usar el bien especificado en el contrato durante el período acordado. Sin embargo, la propiedad legal del bien generalmente permanece en manos del arrendador. Pagos Periódicos: El arrendatario realiza pagos periódicos, generalmente mensuales, al arrendador durante la duración del contrato. Estos pagos pueden incluir el costo del uso del bien y los servicios asociados, como el mantenimiento y los seguros. Duración del Contrato: El contrato de renting tiene una duración específica, que puede variar según el tipo de bien y el acuerdo entre las partes. Al final del contrato, el arrendatario puede tener la opción de comprar el bien, renovar el contrato o devolver el bien al arrendador. Responsabilidad por Mantenimiento: En algunos contratos de renting, el arrendador se encarga del mantenimiento y las reparaciones del bien, lo que puede simplificar la gestión para el arrendatario. Opción de Compra: Al final del período de alquiler, el arrendatario a menudo tiene la opción de comprar el bien a un valor residual predeterminado. Esta opción permite al arrendatario adquirir la propiedad del bien si así lo desea. El contrato de renting puede ser beneficioso para empresas y particulares que deseen utilizar activos sin incurrir en los costos de propiedad y gestión a largo plazo. Es importante revisar detenidamente los términos y condiciones del contrato, incluidos los costos asociados, las responsabilidades y las opciones al final del período de alquiler, antes de firmar un acuerdo de renting..

Abogado para contrato de renting

El contrato de outsourcing

También conocido como contrato de externalización o tercerización, es un acuerdo mediante el cual una empresa (cliente) contrata los servicios de otra empresa o proveedor externo (proveedor de servicios) para realizar actividades específicas o gestionar ciertas funciones empresariales. El outsourcing se utiliza comúnmente para delegar tareas que no forman parte del núcleo principal de las operaciones de la empresa cliente, permitiéndole centrarse en sus competencias clave. Aquí hay algunas características clave del contrato de outsourcing: Servicios Específicos: El contrato detalla los servicios específicos que el proveedor de servicios realizará en nombre de la empresa cliente. Estos servicios pueden incluir actividades como la gestión de tecnologías de la información, servicios de recursos humanos, contabilidad, atención al cliente, fabricación, entre otros. Responsabilidades y Obligaciones: El contrato establece claramente las responsabilidades y obligaciones tanto del cliente como del proveedor de servicios. Esto incluye la calidad del trabajo, plazos de entrega, niveles de servicio, confidencialidad y otros términos clave. Duración del Contrato: Se especifica la duración del contrato de outsourcing, incluidos los términos de renovación y rescisión. Algunos contratos pueden tener una duración fija, mientras que otros pueden renovarse automáticamente o estar sujetos a negociación. Precio y Pagos: Se detallan los términos financieros del acuerdo, incluidas las tarifas o precios acordados por los servicios prestados. También se especifican los términos de pago, como la frecuencia y los métodos de facturación. Confidencialidad y Seguridad: Se incluyen cláusulas relacionadas con la protección de la información confidencial y la seguridad de los datos. Esto es especialmente importante cuando se trata de servicios que involucran el manejo de información sensible de la empresa cliente. Rendimiento y Métricas: El contrato puede incluir métricas de rendimiento que permiten evaluar la eficacia y eficiencia de los servicios prestados. Estas métricas pueden ser utilizadas para evaluar el rendimiento del proveedor y garantizar el cumplimiento de los estándares acordados. El outsourcing puede ofrecer beneficios como la reducción de costos, acceso a habilidades especializadas y mayor flexibilidad operativa. Sin embargo, también implica la transferencia de cierto grado de control y dependencia a un tercero, por lo que es crucial establecer un contrato sólido que proteja los intereses de ambas partes. Antes de comprometerse con un contrato de outsourcing, las empresas deben revisar cuidadosamente los términos y condiciones, considerar los riesgos potenciales y asegurarse de que el proveedor de servicios tenga la experiencia y capacidad necesarias para cumplir con los requisitos del cliente.

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